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La creatividad como capacidad de responder a necesidades, problemas, producir nuevas ideas o soluciones, forma parte de las potencialidades de todas las personas y no únicamente de los artistas o intelectuales.
¿Cómo es que se relaciona la creatividad con la escuela?. Podemos decir que todas las personas buscan adaptarse y transformar sus realidades continuamente, desde que nacemos hasta las últimas etapas de nuestras vidas, y es en ese transformar donde aparece esta condición que nos iguala como seres humanos: la capacidad creativa, que es inherente al sujeto y sin ella quedaría cuestionada su supervivencia, su capacidad de adaptarse.
¿Cuál es el medio del que disponemos para desarrollar nuestra creatividad?: El arte en todas sus manifestaciones posibles.
Hablamos de alumnos capaces de disfrutar y aprender por el arte. Creemos que la vocación artística no debe torcerse ni apagarse, sino descubrirse. No importa a qué se llame vocación: a un deseo manifestado con ímpetu desde la infancia, o a la elección que arranca a un adolescente de la indiferencia hipnótica. En todo caso, el alumno debe tener la posibilidad de acercarse y acceder a las posibilidades que las diversas disciplinas artísticas le ofrece.
La revalorización que debe recobrar la enseñanza del arte nos obliga a plantearnos la siguiente pregunta: ¿para qué se educa? La escuela debe educar para que los niños se conviertan en personas creativas, capaces de manejar situaciones cambiantes, con competencias para pensar por sí mismos problemas que todavía desconocemos hoy.
Creemos que son estos fines los que conducen a una educación por el arte
Enrique Pichón Riviere afirma: “Dado su alto valor terapéutico, el arte es una actividad que tendría que estar al servicio de todos”.
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